Al igual que ocurrió en Georgia, Los Ángeles y otras ciudades del país declararon el toque de queda tras los disturbios desatados por el homicidio de George Floyd.
Redacción DL
Después de cuatro días consecutivos de protestas callejeras por la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis en manos de la policía el lunes pasado, la violencia estalló en Los Ángeles este pasado fin de semana, tras mezclarse manifestaciones pacíficas con vandalismo en varios vecindarios del Área Metropolitana.
El sábado fue un día lleno de manifestaciones y el día más caótico. Ya cercana la tarde, grupos radicales comenzaron a quemar patrullas, romper cristales, saquear almacenes e incendiar locales comerciales en las inmediaciones del distrito Fairfax, en West Hollywood y la zona comercial de Beverly Hills.
Los manifestantes pacíficos portaron carteles donde se leía: “George Floyd no merecía ser asesinado”, “No puedo respirar” (una de las últimas palabras que pronunció antes de morir), «Black Lives Matter” o “Justicia para George Floyd”.
Numerosas cuadrillas de bomberos se desplegaron desde horas de la tarde cuando centenares de vándalos comenzaron a incendiar patrullas en el distrito de Fairfax, en el oeste de Los Ángeles, zona netamente comercial cercana a Hollywood.
Tras innumerables saqueos el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, ordenó el toque de queda de las 20:00 h. a las 5:30 h. en ciertas zonas de la metrópolis, para tratar de controlar las violentas protestas.
De acuerdo a reportes del Departamento de Policía de Los Ángeles, más de 500 personas fueron detenidas por haber dañado inmuebles y saqueado algunas tiendas.
La policía mencionó que los principales actos se dieron durante la noche del viernes y madrugada del sábado en el centro de la ciudad. Aunque durante la tarde del 30 de mayo, las movilizaciones volvieron a intensificarse en otras zonas, lo que llevó a Garcetti a imponer restricciones.
El caos fue tal, que en la víspera de la noche del sábado en conferencia de prensa del alcalde, líderes religiosos, además del alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, intentaron bajar la temperatura en las calles con llamados a guardar la calma.
Los desmanes se produjeron a pesar de que Garcetti decretó el toque de queda preventivo hasta las 5 de la mañana de este domingo. La situación se replicó en otras zonas del sur de California, como Fontana, el este de Los Ángeles, Santa Ana y Fullerton, en el condado de Orange, informa el portal de Univisión.
El alcalde de Los Ángeles pidió al gobernador de California el apoyo de 700 miembros de la Guardia Nacional para controlar los saqueos, actos de vandalismo e incendios provocados en negocios y patrullas.
Se repite violencia el domingo
La tarde anterior, el gobernador de California, Gavin Newsom había declarado el estado de emergencia en el Condado de Los Ángeles tras la magnitud de los actos vandálicos ocurridos el sábado.
Cerca de un millar de elementos de la Guardia Nacional habían llegado a la ciudad por la madrugada para ayudar en las tareas de patrullaje y contención, sin embargo, la tarde del domingo se repitieron los actos vandálicos en ciudades como Santa Mónica, Long Beach, Santa Ana y Whittier.
Por la tarde, cientos de manifestantes saquearon tiendas como Nike, Converse y VANS, en el centro de la ciudad de Santa Mónica. Según reporta la cadena CBS, antes de los hechos de violencia, los protestantes se arrodillaron frente al cordón policial, al grito de “arrodíllense con nosotros”.
El alcalde volvió a decretar toque de queda por segundo día consecutivo, pero esta vez desde las 18:00 h. y en toda el Área Metropolitana, no solamente en zonas afectadas como una noche anterior.
Hay que remontarse a 1992 para recordar un momento así, cuando los violentos disturbios por otro caso de brutalidad policial contra otro ciudadano afroamericano, Rodney King, se saldaron con más de 50 muertos y 2,000 heridos.
Se espera que las manifestaciones continúen a lo largo de esta semana, con la titánica tarea para las autoridades de contener a los grupos anárquicos que según comentaron, se encuentran infiltrados.
Cabe señalar que la organización Black Lives Matter, se ha deslindado de todo acto vandálico en la metrópoli, asegurando que no comparten la idea de dañar propiedades ajenas bajo pretexto de la indignación nacional por el racismo y abuso policial.
CCG