Por Carlos Casillas G.
Nació y pasó su infancia en el barrio bravo de Compton. Johana Hernández de 34 años, es hija de padres salvadoreños, quienes llegaron a Los Ángeles a principios de 1980 huyendo de su país por los conflictos civiles que lo aquejaban.
A partir de la secundaria (middle school), Johana cursó sus estudios en Downey y una vez que se graduó de preparatoria, continúo sus estudios en el Instituto de Modas y Comercialización de Los Ángeles, (FIDM), “cuando me gradué de Downey High School ni tuve vacaciones, empecé luego luego la carrera de diseño de modas”, recuerda Hernández.
El gusto por la costura lo heredó de su abuela que era modista en El Salvador y por sus padres que siempre trabajaron en maquiladoras de costura.
Platica que su mamá la llevaba desde pequeña a los talleres en Lynwood donde trabajaban, “así aprendí cómo coser” asegura Johana.
Sus inicios
Su primer trabajo lo tuvo a los 19 años como diseñadora, logrando que su primera colección apareciera en The Wall Street Journal; “Fui a la entrevista para hacer una pasantía en merchandising, pero me dijeron que me quedara a trabajar como diseñadora”, revela Hernández, quien entonces trabajaba y estudiaba al mismo tiempo.
Recuerda que a los 22 años le ofrecieron empleo en Seven7 Jeans como diseñadora en jefe y permaneció ahí durante siete años.
En 2011 junto con su mejor amiga originaria de Jalisco, crearon la Fundación Latinos con Corazón, -una producción no lucrativa de eventos con música y moda que recauda fondos para niños y ancianos necesitados en países de Latinoamérica-, sin saber que eso daría pie para ser el comienzo de su propio negocio como diseñadora de alta costura.
En ese entonces realizó su primera colección llamada GLAUDI -por Gladis, nombre de su mama-, para un evento en El Salvador, y de ahí en adelante su reputación comenzó a crecer.
Gloria Trevi, Lucero y Paulina Rubio fueron las primeras estrellas Latinas en vestir diseños de Johana, con tan buenos resultados, que ganaron premios con la Rubio como “Mejor Vestidas” en un Latin Grammy.
Johana, a través de GLAUDI, se especializa en vestidos de alta costura para novias pero también diseña para las Quinceañeras.
Fue nominada en 2014 por la revista People en español como una de las 25 mujeres más poderosas del país; también según una publicación ha sido una de las 10 latinas más influyentes de Los Ángeles, y recientemente apareció en la portada de una publicación en Beverly Hills, donde no había una Latina desde 1965.
Hernández comenta que abrió su primera boutique en 2016 en la ciudad donde vive por que; “Aquí no había nada de vestidos para novias, vestidos para fiesta… Tenías que ir a otras ciudades. ¿por qué aquí no?”, se preguntó Johana e inauguró en Imperial Hwy su tienda.
Hace un año, la afamada diseñadora abrió una segunda boutique en la zona comercial de Beverly Hills, donde las mejores firmas mundiales de la moda y el glamour como Prada, Gucci, Valentino, Armani, Dior, Cartier y Louis Vuitton, convergen a lo largo y ancho de dicha área.
Su incursión en la meca del glamour le valió el título de la “Diseñadora de vestidos más joven de Beverly Hills”.
Con una fé inquebrantable, Hernández profesa la religión Cristiana. Recuerda que no ha sentido mucho racismo en su contra porque en su casa la criaron con gran autoestima, “Johana, tú eres la mejor… si alguien te dice algo en contra no importa, tu sigue tus sueños”, le decían sus padres desde pequeña, nos comenta.
Pocos latinos
En el 2018, la lista de de los 500 negocios más influyentes de la moda solo incluyó al 4.3 por ciento de latinos, -lo que equivale a solo 22 personas-, indicó Rachel Rozak en la página digital www.panoramas.pitt.edu
Su exitoso negocio es familiar. Su madre y hermanos trabajan dentro de la compañía GLAUDI, y ofrecen empleo a otras 20 personas, además de contar con un taller en Turquía.
“Siempre veía en los talleres a los latinos trabajando como costureros o en la limpieza, pero los dueños eran asiáticos o norteamericanos” recuerda Johana, “¿nosotros porqué no podemos ser los jefes y dar empleos a otros?, ¿por qué siempre los trabajadores?” se preguntaba.
Su especialidad
Admiradora de Oscar de la Renta, Carolina Herrera, Johana es una chica que todo el tiempo sonríe, pero al contestarnos el por qué de su especialidad en vestidos para novia, fue el momento más hilarante de la entrevista, pues no paraba de reir.
“Yo hacía vestidos de gala, de fiesta, pero una vez una chica me pidió uno como el que ya tenía en show room pero en blanco, para su boda. Se lo hice y le encantó, y así fue como siguieron llegando más novias para pedir sus vestidos”, rememora Hernández.
Lo curioso de ese inicio en la manufactura de vestidos de novia, es que Johana acababa de terminar con su relación de nueve años de noviazgo; “Dios no puedo creer que me estan pidiendo vestidos de novia ahorita que estoy super triste”, dice entre carcajadas.
Sin embargo, Hernández también tiene espacio para los hombres. Su primera colección dedicada a los caballeros, llamada “Rey”, la nombró así en honor a su padre, Reynaldo, quien falleció el año pasado; “Quiero que los hombres se sientan confortables, exitosos con sus trajes”.
Su huella en Downey
“Que bueno aque abrí mi tienda en Beverly Hills porque no salgo de Downey”, bromea Johana, quien nos cuenta que le gusta ir entre otros lados, a Creamistry para disfrutar de un helado; le gusta ir a comer al Green Olive; la comida mexicana de Tempo Cantina; el Sushi Loco, así como beber un jugo de Movita Juice, los lugares que ella frecuenta.
“Me gusta mucho ir al cine pero desgraciadamente estan cerrados”, comenta Johana, quien también asiste regularmente a Premier Fitness, que se encuentra cruzando la avenida de su tienda en Downey.
Por ultimo nos menciona Johana Hernández que fue incluida en 2019 en el Salón de la Fama de Downey High School.
https://glaudicollection.com/ Instagram: glaudibyjohanahernandez