Carlos Casillas G.
El pasado martes 24, el Concejo Municipal de Downey emitió una orden emergente donde se muestra en desacuerdo con las autoridades de salud del Condado de Los Ángeles, oponiéndose a la orden de cerrar los comedores al aire libre en restaurantes.
La Junta de Supervisores del condado angelino emitió una prohibición en todas las ciudades dentro del Condado para que a partir del miercoles 25 se dejaran de servir comidas “en persona” en las terrazas que algunos restaurantes han habilitado.
Sin embargo, la decision causó polémica y la Asociación de Restauranteros de California demandaron al condado y algunas ciudades avisaron que no iban a seguir la directríz de las autoridades.
El Consejo de la Ciudad no fue la excepción y sin algún sustento científico, más que solo el económico argumentando la pérdida de empleos, decidieron pedir al Condado que reconsidere la restricción y permitir que los restaurantes locales sigan sirviendo comidas en el lugar.
La concejal Claudia Frometa escribió en us redes sociales; “La nueva orden de salud no proporcionó ninguna base científica correlacionando los recientes casos de aumento de COVID-19 con gastronomía al aire libre”.
Al parecer, los concejales no consultaron evidencia existente, acerca de los peligros de contagio que implica la convivencia en lugares de este tipo.
Evidencia científica
Un estudio realizado en 314 adultos publicado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) reveló que los 154 que dieron positivo por coronavirus tuvieron aproximadamente el doble de probabilidades de informar que cenaron en un restaurante durante los 14 días previos al contagio, en comparación a quienes resultaron negativo.
“Además de cenar en un restaurante, era más probable que los pacientes contagiados de coronavirus informaran haber ido a un bar/cafeteria”, escribieron los investigadores.
“Las máscaras no se pueden usar de manera efectiva mientras se come y se bebe, mientras que las compras y muchas otras actividades en interiores no excluyen el uso de la mascarillas”, agregaron.
Ejemplo
El 8 de junio, los propietarios del Harper’s Restaurant y Brew Pub, un restaurante cubierto con una gran terraza al aire libre en East Lansing, Michigan, abrieron sus puertas después de semanas de cierre obligado por el covid-19.
Los gerentes brindaron capacitación sobre prácticas seguras, las mesas se separaron y el aforo se redujo a la mitad, lo que permitía recibir hasta 225 clientes.
Semanas después, el 2 de julio, 152 infecciones en 13 condados de Michigan han sido vinculadas al bar Harper’s.
De estos casos, 128 informaron que estuvieron presentes en el establecimiento entre el 12 de junio y el 20 de junio, y el resto son contactos cercanos de quienes lo hicieron.
El doctor Abraar Karan, médico e investigador de salud pública de la Facultad de Medicina de Harvard, asegura, «Cuando hay personas que comen, no usan máscaras, mastican y hablan, y van a estar cara a cara, uno frente al otro«, señala.
Esto permite que las gotas bucales se transmitan entre los invitados.
“El compartir los baños y varias áreas de alto contacto, como las puertas, tienen potencial de superpropagación”, conculye el experto.
Cifras alarmantes
El Departamento de Salud del Condado publica hasta el día 25 de noviembre, 378,323 casos reportados, de los cuales 7,543 han fallecido. El incremento por día es de 4,311 casos positivos y 49 muertes.
La población hispana / Latina con 3,694 fallecidos y 143,859 positivos del total de casos confirmados es la más afectada por la enfermedad.
Downey cuenta con mayoría de habitantes latinos entre sus residentes, con el 74 por ciento por encima de otras etnias. Hasta el 25 de noviembre se cuentan 5,794 casos confirmados y 96 decesos, lo que colocan a la ciudad entre las 13 con más contagios de todo el Condado.