El púgil tapatío superó en toda la línea a Avni Yildirim y retuvo sus cetros mundiales de los supermedianos por nocaut técnico, cuando el turco se negó a responder al campanazo para disputar el cuarto asalto
Staff
Saúl Álvarez había prometido una pelea perfecta y cumplió con creces. En una contundente demostración de efectividad, el mexicano derrotó por KO técnico al turco Avni Yildirim y retuvo sus coronas de la AMB y el CMB, la noche del sábado 27, en el Hard Rock Stadium en Miami.
EL boxeador mexicano derribó al retador con una combinación de izquierda y derecha a la cabeza, a la mitad del tercer episodio. Álvarez siguió con combinaciones adicionales que llevaron a Yildirim contra las cuerdas.
Yildirim sobrevivió al round pero recibió tanto castigo que su entrenador Joel Díaz decidió no continuar.
Con el triunfo, el “Canelo” (55-1-2 con 27 nocauts) defendió con éxito sus cinturones del Consejo y la Asociación Mundial de Boxeo (CMB y AMB).
“Hice lo que tenía que hacer”, expresó Canelo. “No me importa si es más alto, o más bajo, vengo a hacer mi trabajo, ganar y hacer historia. Me siento muy fuerte y rápido. Estoy en mi mejor momento”.
En el primer asalto, Álvarez fue metódico. Marcó el ritmo desde el comienzo con jabs de izquierda y golpes de zurda y derecha al cuerpo.
Asestó uppercuts y siguió infligiendo castigo con combinaciones al cuerpo en el segundo capítulo. Yildirim (21-3) rara vez lanzó puñetazos y, en las pocas veces que lo hizo, éstos se toparon con la buena técnica de Álvarez para bloquearlos o eludirlos.
El “Canelo” se mantuvo a una distancia propicia para lanzar sus golpes y sacó réditos. Sin embargo, también fue eficaz a la distancia, con contraataques de derecha a la cabeza.
El turco no salió a combatir en el cuarto asalto luego de haber recibido duro castigo durante los tres rounds previos.
Solo faltó más determinación de Yildirim, porque sin golpear ni moverse a los lados no tenía ninguna opción de resistir muchos rounds.
La pelea del sábado fue la primera durante lo que Álvarez avizora como un año ocupado, en el que buscará peleas de unificación.
El próximo paso del mexicano será enfrentar al británico Billy Joe Saunders, campeón de la Organización Mundial de Boxeo, en un combate unificatorio.
“Billy Saunders es muy difícil. Voy a ir por él y unificar el título”, expresó el mexicano. “Todos quieren una pieza de Canelo, pero no se las voy a dar. Soy un boxeador muy maduro”.
Canelo demostró la noche del sábado que es el ídolo indiscutible del boxeo en estos momentos, no por algo el portal BoxRec lo ubicó en febrero como el mejor boxeador del mundo libra por libra.
“En Latinoamérica y en el mundo nadie ha logrado unificar los títulos en 168 libras”, dijo Canelo. “Quiero ser el primero. Yo quiero hacer mi propia historia, respeto a los demás”.
Era la primera vez que el Hard Rock Stadium era el escenario de una cartelera de boxeo. Y pese a las restricciones por el coronavirus, el público respondió y ocupó el 20 porciento de la capacidad del estadio que estaba permitido.
Los protocolos fueron rigurosos. A todos los asistentes se les tomó la temperatura y los reporteros, además, tuvieron que pasar la prueba del COVID-19.
En torno al ring no se permitieron fotógrafos ni reporteros, solo estaba la gente de Matchroom Boxing, organizadora de la velada.