Por: Emmanuel J. Salazar-Lira
¿Se han preguntado si los estudiantes de educación especial son tratados adecuadamente en las escuelas, no nada más por los estudiantes, si no por los maestros?
En la actualidad existen muchas regulaciones y normas para los estudiantes de educación especial en las escuelas, de cómo tratarlos y sus derechos.
Esta es la historia de mi hermano Edwin J. Salazar-Lira. Una persona con Síndrome de Down, que a sus 26 años ha sido maltratado y le han violado sus derechos en el pasado cuando atendía la high school.
Este escrito está basado en una historia real de mi hermano en su camino por la high school donde recibió maltratos físicos y psicológicos
Una ocasión cuando Edwin llegó a la casa, mis padres notaron algo diferente en él. El dedo meñique de su mano mostraba hinchazón, amoratamiento, así como dolor intenso.
También tenía varias raspaduras en su rodilla. Por lo cual mis padres decidieron llevarlo al doctor. El doctor lo revisó, le mandó hacer radiografías y resultó que su dedo estaba fracturado.
El doctor al darse cuenta de que estaba fracturado empezó a hacer ciertos cuestionamientos a mis padres para comprobar que mi hermano no fuera maltratado en casa.
Cuando el doctor empezó a hacer esas preguntas, mis padres le comentaron que así había llegado de la escuela y que no fueron notificados.
Al otro día mis padres pidieron alguna explicación a la escuela, donde la escuela negó cualquier incidente que hubiera pasado con Edwin y trataron de echarle la culpa a mis padres de que lo maltrataban en casa.
En ese tiempo mis padres no tenían ni la menor idea de los derechos que tiene mi hermano en este país, debido a que teníamos poco tiempo de haber llegado a los Estados Unidos.
¿Han notado el estado de ánimo de sus hijos actualmente? ¿Han notado que sus hijos pasen maltrato físico o psicológico en la escuela?
Yo noté que Edwin no era el mismo. Se veía triste, desanimado, no quería comer, no podía dormir, y él decía que no quería ir a la escuela. En ese tiempo tenía seis años y me daba cuenta de los cambios de ánimo de mi hermano.
Por segunda vez, Edwin llegó con golpes en su brazo. Su brazo tenía marcas rojas con forma de regla. Al ver esto, mis padres le empezaron a preguntar a Edwin que había pasado ese día. Como Edwin pudo, les dijo que su maestra le había pegado varias veces con una regla.
Mis padres quedaron atónitos al escuchar eso. Mis padres intentaron hablar con la maestra y la maestra les comento que eso no era cierto, casi diciendo que Edwin era un mentiroso.
Edwin empezó a decir que se quería morir. Asustados, mis padres decidieron darle atención médica. Edwin tuvo que estar visitando al psiquiatra por su actitud.
Edwin tenía que ser medicado por primera vez en su vida. El doctor les recomendó a mis padres que tenían que estar al pendiente las 24 horas de él para que no se fuera a hacer daño.
Mis padres tuvieron que esconder cualquier cosa con la que él se pudiera hacer daño. Yo noté que Edwin no era la misma persona y me entristecí mucho por lo cual también decidí estar siempre al pendiente de él.
¿Saben los derechos de sus hijos? ¿Saben cómo manejar una queja ante un distrito escolar? Mis padres hablaron muchas veces con la maestra, con el director, y con el distrito escolar acerca de todos los acontecimientos que le estaban pasando a Edwin.
Los dirigentes siempre negaron todo, se burlaron de mis padres, y nunca les hicieron caso. Mis padres en ese momento empezaron a investigar las leyes existentes para los niños con discapacidades diferentes.
Así fue como ellos empezaron a defender los derechos de mi hermano. Aunque mis padres conocían los derechos de mi hermano siempre fueron pisoteados por los dirigentes diciéndoles que eso no servía.
Violaron los derechos e integridad de mi hermano. Esta es una porción muy pequeña de lo que ha pasado Edwin y espero que por medio de este escrito, pongan más atención a sus hijos para que esto no les suceda.
Tristemente mis padres lucharon todo lo que pudieron pero no lograron nada porque nadie les hizo caso en el distrito escolar. Esto llegó a mi corazón tanto que a mis 13 años ocasionó que me convirtiera en un activista, protector, y defensor de personas con necesidades especiales
Yo hago esto para que no vuelva a pasarle lo mismo a mi hermano o cualquier otra persona con capacidades diferentes. Estén atentos porque sus hijos pueden estar pasando daños en cualquier lugar, no nada más en una escuela.