Carlos J. Casillas G.
A medida que los protocolos de la pandemia en las mascarillas faciales comienzan a relajarse, y los californianos vacunados reflexionan sobre un futuro sin máscaras que podría comenzar el 15 de junio, manifestantes locales instaron el lunes a los funcionarios de educación del condado de Los Ángeles a «dejar respirar a los niños».
Una veintena de padres, muchos con niños pequeños, acudieron a la oficina en Downey del Departamento de Educación del condado (LACOE) para protestar contra el mandato que requiere que los niños permanezcan enmascarados durante el día escolar.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) actualizaron recientemente sus pautas para las escuelas K-12, recomendando el uso de mascarillas hasta el final del año escolar actual, mientras que los niños menores de 12 años aún no puedan recibir la vacuna COVID-19.
En la manifestación del lunes, sin embargo, predominó una narrativa decididamente diferente.
“Una cosa son los adultos usando mascarillas; pero ya los niños es suficiente. Yo no quiero que mis hijos las usen en sus clases o jugando afuera con otros niños”. indicó Gabriela Álvarez de Boyle Heights, quien tiene un hijo de 12 y otro de 9 años en el distrito escolar de Los Ángeles.
La temperatura fresca de la mañana no desalentó a los manifestantes, -20 pudimos contar-, de ventilar quejas contra las restricciones, que dicen, se han vuelto ‘locas’, y compartir historias de niños avergonzados o castigados en sus escuelas por quitarse las máscaras para poder respirar.
Llegaron con la esperanza de que su protesta pudiera impulsar a los funcionarios del condado de Los Ángeles a actuar. Sin embargo, al ser un mandato estatal no es competencia de la LACOE.
“Por ley y por práctica, seguimos y compartimos la guía del Departamento de Salud Pública de California y el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles”, precisó un funcionario.
Aunque pedir ayuda a los funcionarios del condado puede no ser un iniciador, la preocupación entre los padres sigue siendo alta.
“Mis hijos aún no van a la escuela, pero yo quiero que cuando ya tengan la edad no sigamos con este problema. La ciencia nos dice que a los niños con mascarilla les afecta fisicamente; les obstruye la respiración, especialmente si los niños andan hacienda ejercicio”, dijo Eduardo Trujillo quien tiene hijos de uno y tres años.
“Hay personas que se han desmayado cuando traen mascarilla y realizan actividades físicas… ahora imagínate un niño que no se ha desarrollado completamente y le están obstruyendo su respiración”.
Muchos manifestantes portaban carteles que denunciaban los cubrimientos faciales y la extralimitación del gobierno, mientras que otros afirmaban la importancia de la elección de los padres y de oponerse a la medida.
Otros adoptaron un enfoque más desenfadado, como los carteles sostenidos por niños que decían: «Piensa en todas las sonrisas que me he perdido«.
Pamela Álvarez quien tiene una niña de cinco años se quejó; “Yo siento que le estan ‘lavando el cerebro’ a mi niña, porque cuando regresa de la guardería no me quiere abrazar, y me dice que es por el Covid. Le dije que es mentira y que ella me puede abrazar. En la guardería la regañan si se la quita… ¡la estan traumando!
Cabe mencionar que a los tres adultos entrevistados se les preguntó si ya estaban vacunados. Mencionaron que no y que no lo piensan hacer en un futuro.
Rowan, quien gritaba fuera de la oficina de LACOE mientras su madre escuchaba a los oradores, dijo que no estaba a favor de cubrirse el rostro.
«Realmente no me gusta usar máscaras todo el tiempo«, dijo. «Pienso que es aburrido. No me hacen respirar bien y me dan ganas de quitármela «.
Layla Beck, de 9 años, afirmó: «No puedo respirar con una máscara. Simplemente creo que es triste para un niño tener que recibir la vacuna y tener que usar una máscara«.
Algunos oradores se preguntaron en voz alta por qué estaba bien que las personas se quitaran máscarillas en restaurantes y tiendas cuando los niños, que presentan un riesgo mucho menor de infección, debían permanecer cubiertos en la escuela. Otros alentaron a los padres a tomar medidas definitivas.
Los pocos pero ruidosos manifestantes se mantuvieron en la esquina de Ardis e Imperial de las 8:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía, hora en que se retiraron.