La actriz mexicana ya tiene su nombre en el Hollywood Boulevard de Los Ángeles. A la ceremonia ha acudido con su marido, familiares y amigos
Redacción
Resiliencia, persistencia y trabajo, son las palabras clave para Salma Hayek, quien este viernes 19, después de tres décadas de mudarse a Los Ángeles para probar una carrera actoral en EU, develó su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Al tomar la palabra, la actriz y productora recordó que en 1991, cuando unos amigos la visitaron en la ciudad y le pidieron que los llevara a conocer Hollywood Boulevard, un hombre de la calle intentó herirla con un cuchillo.
La terrorífica historia, dijo, le dejó una enseñanza: como latina, no era bienvenida, y si quería quedarse y triunfar en un país ajeno debería luchar contra todo y contra todos.
«Cuando llegué a casa esa noche, pensé: ¿Qué hago aquí? Nadie me quiere. Casi me matan. Recuerdo haber ido al cine alguna otra vez y que alguien pateó mi butaca: ‘Mexicana, no te sientes enfrente de mí, regrésate a tu país‘, me dijo.
«Recuerdo también estar en la fila del café y que alguien me sujetara el brazo y me moviera: ‘No estaré detrás de un mexicana’. Me acuerdo que alguien en un estudio de cine me dijo una vez: ¿Por qué no vuelves a México y haces telenovelas? No hallarás trabajo aquí‘», relató la nominada al Óscar.
A sus 55 años, Hayek no sólo es la mexicana más universal del mundo del cine, sino que lo logró rompiendo barreras para los latinos, primero, y después el cliché de que a las actrices maduras no las llaman más para trabajar.
Tan sólo este año, la veracruzana estrenó la comedia Bliss, con Owen Wilson; Duro de Cuidar 2, con Samuel L. Jackson, y Eternals, donde debutó como superheroína de Marvel.
El próximo jueves será el lanzamiento de su cuarto título, La Casa Gucci, con un reparto de envidia: Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino, Jeremy Irons, Jared Leto…
«Jamás me tomé a pecho una palabra desalentadora, y me dieron 100 frases de ellas. Les diría a todos ustedes: encuentren algo que amen. Yo me quedé por el amor que le tengo al cine«.
«Si piensan que no son buenos en eso que aman, como yo pensé, conviértanse en buenos en ello. No tiene que ser el cine, sean los mejores en lo que hagan«, le dijo a sus admiradores allí reunidos.
En la velada, Hayek estuvo acompañada por su marido, el magnate Francois-Henri Pinault; su hija, Valentina Paloma, así como el actor Kumail Nanjiani y Victoria Alonso, presidenta ejecutiva de producción de Marvel Studios.
Como oradores invitados, subieron al estrado el astro de la comedia Adam Sandler y la cineasta ganadora del Óscar Chloé Zhao, muestra del amplio registro que ha tenido la mexicana en la llamada Meca del Cine.
«El poder de las mujeres en muchas culturas está asociado con la luna, así que era natural que Salma Hayek recibiera su estrella en la noche del más largo y poderoso eclipse lunar en 580 años«, dijo la realizadora de Eternals, en referencia al evento celeste de ayer.
Sandler, con quien Hayek realizó las dos entregas de la saga de comedia Son como Niños (2010 y 2013), la calificó como una de las mejores de su generación y una de sus amigas del medio más entrañables.
«Ella actúa mejor que todos nosotros, se viste mejor que todos nosotros, habla más idiomas que todos nosotros. ¡Incluso tiene un búho como mascota!», bromeó sobre su faceta como rescatista de animales.
Ubicada enfrente de las taquillas del famoso Teatro Chino de Hollywood Boulevard, la estrella de Hayek es la número 2 mil 709 del paseo.