Un análisis publicado por LA Times, señaló que el debate del martes -considerado por el público como el peor de la historia- mostró un Donald Trump arrogante y desesperado por descarrilar a Joe Biden
Redacción
El presidente Trump ha pasado el último año tratando de encontrar una manera de sacar a Joe Biden de su balance y despojarlo de su estatus de líder en la carrera presidencial: El martes por la noche, descargó todos sus ataques a la vez en una notable muestra de invectiva e interrupción.
Cara a cara por primera vez, hizo sus mejores y más insultantes disparos al exvicepresidente.
Sin embargo, en lugar de quebrarse, Biden respondió, no con la misma fuerza que Trump, pero con la fuerza suficiente para refutar la caricatura sobreexcitada que Trump ha tratado de crear de este hombre de 77 años como un “dormilón” tembloroso y con la lengua trabada.
Trump, de 74 años, entró en el debate siguiendo muy de cerca a Biden como lo ha hecho durante la mayor parte del año. Con poco más de un mes para las elecciones, el presidente necesitaba que algo sucediera para cambiar la dirección de la campaña.
En cambio, Biden puede haber superado uno de los mayores obstáculos que enfrentará en la recta final de la campaña de 2020.
“El presidente se lastimó esta noche”, dijo a CNN el republicano Rick Santorum, el ex senador de Pensilvania que se postuló contra Trump en 2016.
Biden evitó las trampas y el tartamudeo que pueden atormentarlo, aunque sólo sea porque Trump lo interrumpió. En lugar de estar sin palabras, Biden trajo al debate una colección de ideas y una inusual disposición a interrumpir.
También hizo un uso efectivo varias veces de la simple técnica de mirar fijamente a la cámara y dirigirse a los votantes en casa, subrayando su preocupación por sus problemas e, implícitamente, dibujando un contraste con Trump, que se peleaba frecuentemente con Chris Wallace de Fox News, el acosado moderador de la noche.
Trump, con su voz fuerte y su presencia contundente, dominó el escenario del debate, de la misma forma en que ha dominado y rehecho la política americana en los últimos cuatro años. Pero sus dispersos ataques a Biden no se apegaron a ninguna línea de ideas.
El único ataque que Trump persiguió con más fuerza – que Biden es una herramienta de la extrema izquierda de su partido – ha sido el más difícil de persuadir a los votantes. Al presionarlo, Trump le dio a Biden dos oportunidades para afirmarse como la figura dominante de los demócratas.
Cuando Trump acusó, “su partido quiere ir por el camino del servicio médico socialista”, Biden respondió: “El partido soy yo. En este momento, yo soy el Partido Demócrata.”
Trump comentó que Biden perdería el apoyo de la izquierda de su partido, pero en cuestión de minutos, una de las principales progresistas del partido, la representante Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York, twiteó una declaración en la que subrayaba su apoyo a Biden.
Por su parte, la actuación de Biden en el debate – como su campaña – fue dominada por su mensaje anti-Trump.
Ese enfoque tiene su lado negativo: Cualquier votante que quisiera saber más acerca de lo que Biden haría como presidente probablemente se decepcionó un poco.
Pero las cifras de la campaña de Biden indican que estará en terreno más sólido si enmarca la elección como un referéndum sobre Trump.
El presidente ha jugado consistentemente en la estrategia de los demócratas. Por más que a sus estrategas de campaña les gustaría cambiar el enfoque de la elección entre él y Biden, Trump mantiene el foco de atención en sí mismo.
Antes del debate, los ayudantes de Biden señalaron que intentaría evitar morder el anzuelo de Trump y no buscaría contrarrestar cada ataque y cada mentira.
“Joe Biden hablará con la gente”, dijo Symone Sanders, una portavoz de Biden. “Estará hablando directamente al pueblo americano”.
El exvicepresidente siguió en gran medida ese plan, incluso cuando Trump sacó a relucir los ataques personales que sus aliados temían que provocaran un arrebato emocional: preguntas sobre su hijo, Hunter Biden.
Cuando Trump sacó a relucir los negocios de Hunter Biden en Ucrania, Biden se detuvo con una referencia a los propios hijos de Trump y su vulnerabilidad a las críticas.
“Podríamos hablar de su familia toda la noche”, dijo Biden, hablando a la cámara. “Pero esto no es sobre mi familia o su familia, es sobre tu familia”, dijo dirigiéndose al público.
En otros puntos, cuando se hizo evidente que la estrategia de debate de Trump era acosar, hablar mal y regañar a Biden en cada momento, el demócrata dejó de lado toda pretensión de civismo y respondió lo mejor que pudo.
Llamó a Trump “mentiroso”, “tonto”, “payaso” y “no presidencial”. Se rio, sonrió y se rio a carcajadas mientras el presidente hablaba.
«¿Quieres callarte, hombre?”, dijo Biden – una frase que su campaña rápidamente puso en una camiseta.
La campaña de Biden claramente sintió que los 90 minutos le daban valor a los debates: Los funcionarios dijeron que la campaña rompió su récord de una hora de recaudación de fondos en línea al cerrar el debate.
Cambiarán reglas de debates
El presidente Donald Trump agotó la paciencia de los organizadores de debates presidenciales después de lo ocurrido la noche del martes cuando se enfrentó al demócrata Joe Biden.
La Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos afirmó este miércoles que cambiará el formato de los dos debates restantes de aquí a las elecciones de noviembre tras el caos de su primer cara a cara la noche del martes.
En un comunicado, la organización señaló que “el debate de la pasada noche ha dejado claro que debería añadirse una estructura adicional al formato de los debates que quedan para garantizar una discusión más ordenada de los asuntos”.
El debate del martes en Cleveland estuvo caracterizado por el caos y las constantes interrupciones por parte de Trump a Biden, que por su parte llegó a perder los papeles en algún momento e insultó al presidente, lo que ha creado polémica por el formato y críticas al moderador, el periodista Chris Wallace, que no logró que ambos hablaran en detalle sobre los asuntos de interés para los votantes.
No se espera que Trump y Biden vuelvan a verse las caras hasta el 15 de octubre en Miami, donde se celebrará en el segundo debate presidencial; que estará seguido de un tercer encuentro que tendrá lugar en Nashville, el 22 de octubre; todo ello antes de los comicios generales, el próximo 3 de noviembre
Sondeo de Telemundo
Analistas políticos de varias cadenas consideraron que Biden ganó el debate por llevar con aplomo las continuas interrupciones del presidente, pero seguidores de Telemundo Noticias en Twitter vieron ganador a Trump en un sondeo publicado al final del debate.
La encuesta fue enviada al final del debate a las 11:00 p.m. ET. Un 68.7% de los que usuariosque participaron vio ganador a Trump, mientras que un 31.3% votó por Biden. 9,414 personas participaron en la encuesta.